Certificado Azul: cómo avanza el APL que busca mejorar la huella de agua de las empresas
Son 55 empresas con 80 instalaciones las que han suscrito este Acuerdo de Producción Limpia, apuntando a un manejo más sostenible del recurso hídrico en su actividad productiva.
Claudia Marín
Diario Financiero
El domingo 31 de marzo finaliza una nueva convocatoria para que nuevas empresas se suscriban al Acuerdo de Producción Limpia (APL) Certificado Azul, iniciativa creada en 2021 para promover la gestión sostenible del agua en Chile, mediante su uso eficiente y sustentable en la producción de bienes y servicios, contribuyendo así a la seguridad hídrica del país.
A la fecha, 55 empresas con 80 instalaciones han suscrito este APL, mientras que 15 organizaciones y 16 instalaciones han logrado certificarse desde el año 2022, cuando se comenzó a otorgar el certificado, detalla Ximena Ruz, directora ejecutiva de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo.
Para obtener el certificado, el APL establece una evaluación de la huella de agua que permite un análisis de la alteración de los cuerpos de agua, a través de indicadores de impacto asociados a los usos consuntivos y degradativos del agua.
“El APL Certificado Azul es una herramienta efectiva de gestión corporativa del recurso hídrico que puede ser aplicada por los distintos sectores productivos y empresas chilenas, que les permite implementar intervenciones de mejora continua con un enfoque de sostenibilidad de desarrollo productivo, considerando el escenario de crisis climática y riesgos hídricos asociados”, indica la ejecutiva, y afirma que el sector más avanzado en su implementación es el manufacturero no metálico, donde se encuentran empresas agroindustriales, lácteas (procesamiento de leche) y de servicios (logísticos y de transporte). “Desearíamos contar con más empresas del sector minero. Sin embargo, creemos que durante el año 2024 suscribirán otras empresas de otros rubros significativos en el uso y consumo de agua”, añade.
La huella del agua
Conocer cuáles son los impactos que una actividad, producto o empresa tiene sobre los recursos hídricos es clave en el actual escenario de crisis climática. A partir de ello, las organizaciones pueden “analizar su utilización en los procesos, identificar los puntos críticos, oportunidades de mejora y medidas de reducción, junto con identificar el impacto de sus actividades. Esto conduce a una gestión más sustentable de sus operaciones y sostenibilidad del negocio”, analiza Romina Grancelli, líder de Gestión de Energía y Sostenibilidad de Negawatt.
“Las empresas chilenas deben comprender, valorar y gestionar de manera responsable y sustentable el recurso hídrico, dada la importancia en términos de sostenibilidad de sus propios negocios, pero además generando proyectos de valor compartido a nivel territorial con otros actores, puesto que ellos dependen de la seguridad hídrica, energética y alimentaria”, concluye Ruz.