Uno de los grandes desafíos de nuestro actual sistema económico es avanzar hacia un modelo más sostenible. La idea es abandonar la lógica lineal para pasar hacia un sistema circular, donde se aprovechen al máximo los recursos, manteniéndolos en el ciclo productivo el mayor tiempo posible y reduciendo al mínimo la generación de residuos. 

Bajo esta premisa, en nuestro país, desde el año 2016 existe la Ley de Reciclaje o Ley de Responsabilidad Extendida del Productor, que busca disminuir la generación de residuos, fomentar la reutilización, el reciclaje y valorización, y que los productores implementen sistemas de recuperación de seis productos prioritarios. 

Aceites Lubricantes: Generan un significativo volumen de residuos que son peligrosos y nocivos para el medio ambiente. Son factibles de valorizar, por ejemplo en la producción de aceite base o utilizándolos como combustible líquido.

Envases y Embalajes: Al terminar su vida útil genera principalmente residuos plásticos, de papel, de cartón, de aluminio y de hojalata, los cuales tienen un alto potencial de valorización, pues todos son reciclables.

Baterías: Su consumo aumentará con el desarrollo de la electromovilidad. Los residuos peligrosos que generan al final de su vida útil se pueden valorizar, ya sea en uso que no requieran el rendimiento de las baterías nuevas o reciclandolas.

Neumáticos: El alto volumen de residuos que generan al terminar su vida útil, es factibles de valorizar mediante procesos mecánicos y químicos, obteniendo subproductos como gránulos de caucho, acero, negro de carbón y energía. 

Eléctricos y Electrónicos: La generación de residuos está asociada a sus ciclos de vida cortos y pocas opciones de reparación. Además, algunos contienen componentes peligrosos, que al transformarse en residuos no reciben un correcto manejo, terminando en rellenos sanitarios o destinos desconocidos. Cuentan con alta probabilidad de valorización de sus partes y piezas. 

Pilas: En muchos casos son de un solo uso. En nuestro país no existe valorización de pilas en desuso a escala industrial, y debido a su composición de metales pesados, se determinó que necesitan un esquema de Responsabilidad Extendida del Productor.

Los productos prioritarios fueron escogidos por cumplir uno o más de estos cinco criterios:

- Ser de consumo masivo
- El volumen de sus desechos
- Ser residuos peligrosos para la salud de las personas y/o el medio ambiente
- Su factibilidad de valorización
- La existencia de una regulación comparada de referencia

Los productores serán los responsables de organizarse y financiar la gestión de residuos de los productos que ponen en el mercado, a través de los sistemas de gestión.

El Ministerio del Medio Ambiente establece metas de recolección y valorización para cada producto prioritario.

La Superintendencia del Medio Ambiente fiscalizará y sancionará el cumplimiento de la Ley.

En la ASCC hemos trabajado diversos APL que propician el cumplimiento de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor. 

- APL Ecoetiquetado de envases y embalajes
- APL Sector de aparatos eléctricos y electrónicos
- APL Manejo responsable de aceites lubricantes 
- APL Empresas de recauchaje de neumáticos 
- APL Manejo responsable de neumático fuera de uso 
- APL Manejo responsable de baterías automotrices fuera de uso